¿Hambre o ansiedad? Momento para diferenciar nuestras emociones

 

 

La medida de aislamiento preventivo obligatorio propuesto por el Gobierno Nacional, que busca mitigar el impacto del Covid-19 en nuestro país, puede generar efectos distintos en todas las personas. El encierro prolongado puede provocar episodios importantes de estrés y ansiedad.

Actualmente estamos viviendo un momento de transformación y de cambios. Ahora nuestra casa es nuestro lugar de trabajo, tenemos algunas restricciones y debemos permanecer aislados para prevenir contagiarnos y de esta forma cuidarnos todos.

Sin embargo es importante que prestemos atención a nuestra salud mental, pues el estrés y la ansiedad pueden empezar a hacer efecto en cada uno de nosotros.

 

¿Cómo puedo reconocer que estoy estresado o ansioso?

 

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede originarse de cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir molestos, frustrados o nerviosos. De allí se origina el estrés, como respuesta de nuestro cuerpo a esa situación que nos cuestiona.

 

Algunos síntomas provocados por el estrés son:

 

  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Estados de irritabilidad sin explicación.
  • Dolores de cabeza
  • Falta de concentración
  • Cansancio
  • Mala memoria.
  • Sensación de hambre constante.

 

¿Has sentido más hambre de lo habitual durante este período de cuarentena?

 

Comer es un placer, pero hay distintos motivos que nos llevan a ingerir alimentos. Uno de los motivos está relacionado estrechamente con nuestras propias emociones. El hambre emocional surge cuando intentamos gestionar erróneamente algunas sensaciones negativas a través de la comida.

En Vitas queremos proponerte tres preguntas que nos gustaría que te hicieras, para que tomes decisiones conscientes acerca de tu alimentación y de los cuidados que debes tener durante esta cuarentena.

 

 

 

 

  • ¿Tengo hambre realmente?

  • ¿ Ya tomaste agua hoy?

 

 

  • ¡Momento para pensar y respirar!

 

 

Otras recomendaciones:

  • Duerme 7 horas diarias.
  • Evita trasnochar innecesariamente.
  • Haz pausas activas.
  • Saca tu tiempo para almorzar tranquilamente.
  • Procura reemplazar los antojos por alimentos saludables.

 

 

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