Según cifras de la Organización Mundial de la Salud se estima que en el año 2019 murieron cerca de 17.8 millones de personas afectadas por enfermedades cardiovasculares. Los datos indicaron que el consumo elevado de sodio aumentan los riesgos de padecer accidentes cerebro vasculares, hipertensión arterial y cardiopatía.
El sodio no sólo se encuentra en la sal que usamos para cocinar. También está presente de forma natural en algunos alimentos como los huevos, la leche, las carnes, y mariscos. Los alimentos procesados como los snacks, el queso, la tocineta, panes, galletas, entre muchos otros, también contienen altas cantidades de sodio.
El consumo de sodio o sal es fundamental para el funcionamiento de nuestros músculos y nervios, también es necesario para la autorregulación del balance de agua y líquido de nuestro cuerpo. Sin embargo, el consumo excesivo resulta nefasto para la salud.
El alto consumo de sal aumenta la pérdida de calcio a través de la orina, aumentando la desmineralización de los huesos. Por otro lado los riñones que son los encargados de filtrar y depurar la sangre se sobrecargan y empiezan a debilitarse causando múltiples problemas.
La recomendación por parte de la OMS es reducir el consumo de sodio, en adultos a menos de 2 gramos por día.
Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud en el año 2010, evidenció que el consumo de sodio en Colombia en los hombres es de 5.3 gramos al día, lo que equivale a 13.7 grs de sal al día, y en las mujeres 3.9 gramos de sodio al día, equivalente a 10.1 gramos de sal al día.
Estos datos fueron extraídos de pruebas de excreción de sodio en la orina y permitieron conocer que están muy por encima de las recomendaciones para mantener y cuidar la salud.
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