¿Has escuchado sobre el consumo responsable?
Desde el primer momento del día y hasta finalizarlo, somos consumidores. Agua, electricidad, alimentación, ropa, internet, y nuevos productos.
La industria del comercio llega de manera permanente por innumerables medios: redes sociales, televisión, prensa, radio, publicidad impresa, etc.
De manera constante recibimos estímulos que finalmente se traducen en compras. Pero, ¿Lo hacemos de manera consciente? ¿Realmente necesitamos lo que compramos? ¿Somos conscientes del gasto energético, ambiental, o alimentario que estamos generando?
De eso se trata el “consumo responsable” una práctica que inició como una tendencia, pero que hoy en día es una estrategia educativa que influye considerablemente y de manera positiva en el mundo.
Se trata básicamente de la “compra consciente, es decir, que cada uno de nosotros elija un producto o servicio cuando realmente lo necesite, teniendo claras las implicaciones que trae consigo la compra de cualquier producto.
De nada nos sirve predicar y postear información sobre el medio ambiente, si apoyamos cadenas productivas que explotan la naturaleza sin regulación, o que no ofrecen garantías ni pagan lo justo a sus empleados- siendo estas solo algunas de las razones-.
No es suficiente comprar y consumir un producto
La evolución constante de la forma en que nos relacionamos con el mundo, y con algunas dinámicas de la cotidianidad, nos han hecho personas más conscientes y responsables con el mundo que habitamos.
Por eso no podemos conformarnos con la compra de los productos y servicios, como consumidores tenemos el derecho de conocer el impacto o las implicaciones que tiene la compra de los mismos.
¡La energía, el gas y el agua también hacen parte!
Encender únicamente las luces que estamos usando, no dejar cargadores conectados, bañarse en un tiempo prudente y abrir la ducha justo en el momento exacto, cepillarse los dientes con la llave del agua cerrada.
Usar los electrodomésticos de manera eficiente, recoger agua de lluvia para regar las plantas. De todas estas maneras estamos siendo consumidores un poco más responsables.
¿Qué ocurre cuando compramos un producto?
– Apoyamos un grupo político
– Apoyamos un grupo empresarial
– Elegimos a quién patrocinamos
– Participamos y promovemos de procesos artesanales
– Incentivamos la economía, local y nacional
– Hacemos parte de procesos de exportación
– Adquirimos también un desecho
¿Cuáles son los beneficios del consumo responsable?
– Adquisición de productos sanos y seguros:
Cuando ponemos en práctica el consumo responsable podemos estar seguros de los alimentos, productos y servicios que consumimos, de esta forma estaremos asegurando un poco nuestra salud.
– Una mano para nuestro medio ambiente:
Si reciclamos, reutilizamos y reducimos estamos generando un menor impacto a los recursos naturales del planeta
– Generamos igualdad social
Siendo consumidores responsables estamos tomando nosotros mismos las decisiones de compra.
De esta podremos darnos cuenta; que es más importante apoyar al artesano, a tu amigo el emprendedor, a esa tienda que apenas está comenzando, que a multinacional que no está ni siquiera generando empleo en tu país.
Te invitamos a revivir uno de los Facebook Live de Comfama, donde estuvimos conversando con una experta sobre “Consumo responsable”
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Esperamos que esta información haya sido útil para ti, reiteramos nuestro compromiso con el conocimiento. Pues creemos que a través de él podremos ser parte del cambio. Recuerda que aquellas pequeñas acciones que quizás puedan pasar desapercibidas son las que generan grandes cambios.
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